como controlar la ansiedad en tiempos de pandemia - COVID-19
Controlar la ansiedad en tiempos de emergencia
Sentir
ansiedad en algunos momentos hace parte de la vida diaria, es una condición
humana y nos ayuda a afrontar situaciones de peligro o riesgo. Es una reacción
natural del organismo frente a lo que percibimos como una amenaza real o
imaginaria, y nos permite hacer frente a situaciones difíciles y sobrevivir.
Sin embargo, cuando la ansiedad no va relacionada a un mecanismo de reacción
natural para enfrentarnos a un problema, y además se posterga pese a que no se
esta siendo expuesto a ningún peligro, la ansiedad se vuelve patológica y se
extiende a todos los ámbitos en que nos desenvolvemos en la vida diaria,
afectado así nuestra psique y entorno.
Cuando
el mecanismo adaptitativo de ansiedad funciona de forma alterada, es decir,
produce problemas de salud y, en lugar de ayudarnos, nos incapacita, puede
llegar a desencadenarse por diferentes
factores: como los biológicos, de personalidad o ambientales. En este articulo
nos enfocaremos en los ambientales, quiere decir los causados por eventos
adversos como desastres o emergencias de diversa magnitud o gravedad.
La
ansiedad se desencadena en el momento en que el individuo se encuentra ante una
situación o acontecimiento desbordante. El cual no puede controlar y exige importantes esfuerzos adaptativos. esto
limita la capacidad del individuo generando sintomas de trastorno de ansiedad
como el miedo extremo, nerviosismo, irritación, tensión muscular, sensación de peligro inminente, respiracion
acelerada, temblores, debilidad o cansancio, insomnio, dificultad para
controlar las preocupaciones, aumento del ritmo cardíaco, sudoración, temblores
y problemas para concentrarse o para pensar. Estos síntomas pueden llegar
alcanzar un máximo en las personas en cuestión
de minutos generando ataques de pánico. Para identificar que realmente estoy
teniendo un ataque de pánico o ansiedad debo presentar al menos cuatro de los síntomas
de la lista mencionada anteriormente.
Una de
las razones por las cuales llegamos a generar ataques de pánico o ansiedad, es
porque no nos encontramos en la capacidad de reconocer los síntomas, ya que son
similares a los de una situación de ansiedad común. La diferencia de estos es
que los síntomas que mencione anteriormente se desarrollan sin explicación aparente
y la persona afectada empieza a tener taquicardia creyendo que puede estar
sufriendo un ataque al corazón. De modo que se asusta, aumenta la ansiedad y la
taquicardia empeora. La clave para minimizar los ataques e incluso evitarlos
es, conocer la sintomatología e identificarla, esto para no engrandecerla y así
mismo darnos cuenta que no hay nada que nos pueda hacer daño.
Para
que un ataque de ansiedad desaparezca debo lograr desviar la atención de los síntomas
en cuanto emerjan, para no agravar la situación. Cuando se tiene una
conversación activa con la persona que está teniendo el ataque de pánico o
ansiedad, se inicia un proceso de desvió del foco de atención lo que ayuda a la
persona afectada a normalizarse. Durante esta conversación activa debe
explicársele a la persona que estos sentimientos son normales en nuestra vida diaria y ocurren a menudo, por
lo que esto bajara los índices de ansiedad, demostrándole así al individuo que
es normal sentir miedo o angustia ante situaciones emergentes. Es trascendental
resaltar que se debe visitar a un profesional cuando estos eventos se han
presentado en nuestra vida, ya que lo importante es estar seguro de que no se
volverán a presentar y al mismo tiempo que no se desarrolle un trastorno.
Se debe
asistir a tiempo ante un profesional de la salud mental, sin embargo si no se
ha hecho y se ha presentado en repetidas ocasiones esta situación nunca es
tarde para hacerlo.
Wendy
Pita
Psicóloga
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