Estrés postraumático Nuevo trastorno causado por el Covid-19 que preocupa a psicólogos y psiquiatras
Las epidemias como el
COVID-19 son situaciones de emergencia sanitaria, en las que se compromete la salud, la vida y se observa una
gran cantidad de enfermos y muertos. Por lo general, los recursos
hospitalarios, sanitarios, económicos, y humanitarios se sobrecargan por lo que
la seguridad y funcionamiento normal de
la población se ven afectados drásticamente. En una catástrofe como esta se
deben tener los equipos humanos e insumos médicos para la oportuna atención y
manejo de la población afectada, es fundamental que exista un equipo interdisciplinario,
en el cual no puede faltar la presencia psicológica y psiquiátrica que ayude a
medir y generar las estadísticas de posibles afecciones psicológicas que pueden
llegar a estar comprometidas ante una situación de emergencia, así como generar estrategias de mitigación de
las mismas. Desde la perspectiva de salud mental, una pandemia implica una
alteración del orden psicosocial, en la mayoría de la población tanto que la
padece como la que no, a causa de las medidas necesarias que toman los
gobernantes para mantener y preservar la vida. Uno de los trastornos
psicológicos más comunes durante una pandemia es el estrés postraumático, que
puede llegar a generarlo tanto la persona que padeció la enfermedad, como el
familiar que estuvo en el proceso, y el
trabajador de la salud que estuvo en su auxilio.
El trastorno por estrés
postraumático es una afección de salud mental que algunas personas desarrollan
tras experimentar o ver algún evento traumático. Este se puede desarrollar
cuando se pone en peligro la vida, como en una guerra, un accidente automovilístico,
una agresión sexual y en nuestro caso una catástrofe llamada COVID-19. Cuando
nos enfrentamos a cualquiera de las situaciones mencionadas anteriormente lo
primero que se presenta es el miedo, lo cual es una reacción normal y natural
de cada individuo, a medida que pasa el tiempo este va disminuyendo hasta
desaparecer. Pero en las personas que presentan síntomas de estrés
postraumático o las que ya han sido diagnosticadas, no llegan a tener este
efecto normal de desaparición del miedo y por el contrario se sienten mucho
peor al pasar el tiempo.
Los síntomas del trastorno
de estrés postraumático pueden llegar a aparecer hasta después de tres meses
del evento, o a veces más tarde pasando
meses o años. Los síntomas son: reviviscencia, quiere decir volver a
experimentar los síntomas, ya sea en pesadillas, pensamientos aterradores o los
llamados flashback que es cuando se siente estar en el evento nueva mente. Los
segundos son los síntomas de evasión, donde se intenta a toda costa evitar
situaciones o personas que desencadenan recuerdos del evento traumático como
por ejemplo en el caso del Covid-19 podría ser no volver a ir a un hospital, tender a no ir a casa, no visitar un
cementerio, o no volver a tener contacto con nadie. Los terceros, son los
síntomas de hipervigilancia o reactividad, como sobresaltarse fácilmente,
sentirse tenso o con nerviosismo, tener dificultades para dormir y arrebatos de
ira, es de gran importancia entender que estos síntomas no son como los
anteriores en donde se percibe el evento traumático, sino que se presentan todo
el tiempo. Y por último, los síntomas cognitivos o del estado de ánimo, como
problemas para recordar detalles importantes de la experiencia traumática,
pensamientos negativos sobre el mundo y de el mismo, sentimientos
distorsionados de culpa o remordimiento, y perdida del interés en actividades
placenteras.
Algunas personas se
preguntan si existe una característica en particular en los individuos que
desarrollan el trastorno de estrés postraumático, pero puedo decirles con
seguridad que no. Cualquier persona puede desarrollar el trastorno por estrés
postraumático a cualquier edad. En el caso de una catástrofe como el COVID-19 se
puede desarrollar con acontecimientos como, las muertes repentinas;
sobrevivientes de la enfermedad; trabajadores de la salud envueltos en el
cuidado y protección al paciente; familiares, amigos o conocidos de pacientes
fallecidos durante la pandemia; cualquier persona involucrada de manera cercana
a los pacientes con la enfermedad asumiendo un riesgo en su salud; personas que
sientan miedo a el encierro; y personas con otros tipos de trastornos en salud
mental. Por ultimo podemos tomar en cuenta que las decisiones que tomen los
gobernantes de cada país por la protección y preservación de la vida, generaran
ciertas normas y restricciones que en algunas personas pueden tornarse al
desarrollo del trastorno de estrés postraumático.
El tratamiento del trastorno
o los síntomas de estrés postraumático están basados en la psicoterapia, donde
es necesaria la intervención de un profesional de la salud mental, ya sea un
psicólogo o un psiquiatra, el cual determinara el mejor tratamiento para cada
paciente en particular, ya que no todos desarrollan la enfermedad de la misma
manera.
Wendy Pita
Psicóloga
Referencias
DSM V
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